EDITORIAL
Una fiscalidad más justa para los juegos sociales
Por fin se ha dado un giro significativo al tratamiento fiscal de los premios grandes y medianos repartidos por las loterías españolas, fundamentalmente las comercializadas por Loterías del Estado (SELAE) y por la ONCE, es decir, el juego público. Los nuevos Presupuestos Generales del Estado han introducido una enmienda a su proyecto original que incorpora la elevación del mínimo exento para estos premios repartidos por las loterías hasta los 10.000 euros en lo que queda de año, que se elevarán además a 20.000 y 40.000 euros en 2019 y 2020, respectivamente. Bienvenida sea esta medida que palia en parte el discriminatorio trato fiscal que este último lustro han tenido que arrostrar -curiosamente- las modalidades de juego con mayor y más clara dimensión social de nuestro país.