Cada año (y con esta serán ya doce ediciones), la ONCE organiza un evento muy especial; su gala homenaje a los mejores “Vendedores del Año”, a través del que muchos de ellos y de ellas son reconocidos como tales, por los méritos laborales contraídos durante el último ejercicio, en su respectiva área, Delegación Territorial o Dirección de Zona.

Un homenaje en el que todos podemos y debemos sentirnos orgullosos, por el valor testimonial y efectivo de los vendedores de la ONCE como imagen institucional y que en estos año se ha hecho muy popular y conocido entre toda la gran familia ONCE. Pero quizá sabemos menos respecto de los criterios que guían la selección de estos indispensables compañeros. Este procedimiento no responde a ningún oscuro modus operandi. Como nos explican desde el Departamento de Ventas del Canal Principal, se trata de un sistema objetivo -y en realidad muy conocido en el ámbito del Área de Juego- que denominamos Sistema de Baremación de Vendedores.

Dicho sistema pondera un conjunto de criterios y parámetros, a través de los cuales se puntúa la acción laboral del vendedor o vendedora, de forma que cada trabajador obtiene una meritoria puntuación que le posibilita ser seleccionado como “Vendedor del Año”. Sin ánimo de ser exhaustivos, estos parámetros se agrupan en dos grandes familias: los denominados criterios cuantitativos y los llamados cualitativos. Sobre un máximo de 100 puntos, los primeros permiten lograr hasta 65 de baremación, mientras que los segundos posibilitan alcanzar hasta los 35 puntos.

Respecto a esos primeros factores cuantitativos se incluyen las cifras de venta o la venta total por jornada; mientras desde un punto de vista cualitativo se valoran cuestiones tan afinadas como la actitud comercial, la exposición del producto y de la zona de influencia o la aplicación de las instrucciones comerciales... Junto a todos estos criterios, se tienen en cuenta otros de naturaleza más procedimental. Así por ejemplo, la selección se efectúa exclusivamente entre trabajadores estables que cuentan con una relación contractual indefinida con la ONCE y, para propiciar la igualdad de oportunidades, nadie puede repetir como “Vendedor del Año” en un periodo inferior a cinco años.

Este sistema de puntuación pretende establecer un principio de equidad uniforme a la hora de proceder a la nominación de los candidatos por cada Centro Directivo, valoración que arranca durante el mes de noviembre de cada año y se va afinando hasta culminar en los meses de febrero o marzo, cuando tiene lugar la celebración del evento de homenaje.

Así, a estas alturas son ya casi 300 compañeros y compañeras los que a lo largo de esta pequeña historia escrita durante algo más de una década han sido reconocidos como “Vendedores del Año” en la ONCE. Un reconocimiento que la Institución está orgullosa de dispensar a las personas, trabajadores y trabajadoras, que son el principal estandarte y vehículo de conocimiento y relación con el conjunto de la sociedad española. Muy especialmente en este año en el que celebramos el octogésimo aniversario de la ONCE, pues en gran parte esta longevidad es consecuencia de la aportación de las personas que lo integran comenzando por sus hombres y mujeres vendedores de sus productos de juego.