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RAFAEL RODRÍGUEZ:  “Lo fundamental es ser  positivo, tener seguridad y confianza”

Rafael Rodríguez (a la derecha) recoge su galardón de manos del director general de la ONCE, Ángel Sánchez, en la gala de Mejores Vendedores del Año celebrada en febrero El vendedor del año 2018 de ONCE Castilla- La Mancha reconoce dedicar el 100% de su tiempo a su quiosco en el centro de Albacete

Rafael Rodríguez Rueda fue declarado el pasado mes de febreroAbre ventana nueva ‘vendedor del año’ de la ONCE en la Delegación Territorial de Castilla- La Mancha (Agencia de Albacete), en su edición correspondiente a 2018. Ejerce la venta de productos de juego de la Organización desde 1997, primero en la localidad de Tobarra y, desde octubre de 2000, en la capital, Albacete, donde un par de años después ya consiguió la plaza del quiosco de la calle Albarderos, uno de los lugares más céntricos y transitados de la ciudad que, desde el primer día, decidió -dice- ‘hacerlo suyo’.

Por eso le dedica el 100 % de su tiempo a ese quiosco desde el que siempre te recibe con una gran sonrisa. Su secreto para la venta, desvela él mismo, no es otro que creer en sus propias armas: “la autoestima y el positivismo, tener seguridad y confianza”, afirma. 

-Pregunta.- ¿Qué recuerdos conserva de ese fin de semana tan emotivo en que recibió su reconocimiento como mejor vendedor del año?

-Respuesta.- Especialmnte la cena de gala. Un acto muy distendido, muy ameno y emocionante... Ver a todos mis compañeros, piropeados por sus compañeros, por los clientes, por su propia familia... Lo más bonito fue la oportunidad de conocer a tantos otros vendedores de toda España que estuvimos convocados allí, gente súper maja, sencilla, humilde y llana, lo que facilitó que compartiésemos una cena excelente y muy emotiva.

P.- ¿Y el conjunto de actividades llevadas a cabo durante ese fin de semana?

R.- Pues contamos con unos anfitriones excelentes. Todo el itinerario de las visitas, el horario, el traslado, la puntualidad, me pareció muy correcto. No tengo más que buenas sensaciones de la experiencia.

Rafael evoca también con cariño el cocktail previo a la cena de gala de entrega de premios, que permitió -asegura-  “romper el hielo entre nosotros y con los altos cargos de la ONCE. Así luego, al pasar al comedor para la cena, íbamos todos un poquito más relajados”. Aunque, confiesa, había sus nervios: “la procesión va por dentro”, afirma rememorando aquel momento.

P.- En general, ¿cómo valora las acciones de reconocimiento y motivación hacia los trabajadores que puede llevar a cabo una empresa o, como en este caso, una Institución como la ONCE?

R.- La verdad es que es una satisfacción muy grande que tu propia empresa reconozca los méritos de tu trabajo en el día a día. Pocas lo hacen con sus propios trabajadores, así que me considero un privilegiado. Creo que cuantos hemos disfrutado de un evento como éste, y los que vengan por detrás, deben sentirlo así. Es un orgullo y constituye una gran emoción que la ONCE promocione eventos así, que contribuyen a que el vendedor intente superarse en su trabajo.

P.- En definitiva, ¿te parece importante el reconocimiento por parte de la ONCE del trabajo y esfuerzo de quienes integran su red comercial?

R.- Muy importante, y más tratándose de la clase de trabajo que es... Aunque puede parecer rutinario, que todos los días son iguales, para que uno se motive día a día en su trabajo e intente superarse, debe ser consciente de que su empresa está ahí para apoyarlo y reforzar su autoestima, mejorar su propia expectativa de venta e incluso mejorar la situación física y emocional del propio vendedor, en su trabajo diario.

P.- Haber sido reconocido como ‘Vendedor del Año 2018’ en tu Centro ¿ha generado algún tipo de eco o repercusión entre tus clientes y compañeros?

R.- Desde luego, todos me han dado la enhorabuena y felicitado tras verme en el periódico La Tribuna que incluyó un artículo en su contraportada, o en el reportaje que hizo “Ancha es Castilla-La Mancha”, dándome la enhorabuena y felicitándome. Yo había reservado la información a mi círculo más interno, mi familia y compañeros de trabajo, porque me daba apuro, la verdad, un poco de vergüenza.

Foto de familia de los vendedores de toda España galardonados, durante la gala celebrada en Madrid en febrero pasadoP.- ¿Y ha tenido repercusiones en tu vida tanto profesional como personal?

R.- No, en realidad no ha cambiado nada. Yo creo que sigo siendo la misma persona de antes, lo que pasa es que ahora la responsabilidad durante todo este año de tener el orgullo de haber sido elegido como mejor vendedor de Castilla-La Mancha, conlleva ser más exigente con el trato social con mis clientes. No es que no lo fuera antes, pero ahora me exijo más paciencia, echar incluso más horas al quiosco, aunque me parecen menos, porque esa autoexigencia pesa más que la sensación de mi jornada laboral que normalmente es de unas 10 horas... Ahora me parecen hasta pocas, echaría 11 o 12, como si tuviese que pagar la deuda que tengo con la ONCE por haberme elegido mejor vendedor del año 2018 en Castilla-La Mancha.

P.- ¿ Y darías algún consejo a tus compañeros, para que convertirse en un futuro próximo en ‘Mejor Vendedor del Año’?

R.- Pues, lo primero, que conozcan bien el producto que venden; segundo, gestionar bien la venta y su punto de venta; y tercero, tener vocación de vendedor: utilizar todas las armas a su alcance para intentar vender más y mejor. Y, sobre todo, tratar bien a la clientela, que lo fundamental son las redes sociales, pero las redes sociales cara a cara, no las de Internet. Eso es, ni más ni menos.