EDITORIAL
Un mundo mejor
Con un mundo mejor soñaba la niña de ojos tristes de La Oreja de Van Gogh y por alcanzarlo luchaban, cada uno a su manera, los personajes de la oscarizada película danesa del mismo título. Sí, la música, el cine, la literatura, las campañas publicitarias y de promoción enarbolan con frecuencia ese paradigma tan deseado como en general de difícil definición. Y, sin embargo, existen unos pocos pero fundamentales mimbres que todos sabemos que contribuyen a construirlo y a conquistarlo. El primero, que tan dorado objeto de deseo lo sea ‘para todos’; en la terminología actual, que ese mundo mejor al que aspiramos, para hacerse realidad, ha de ser universalmente accesible. Y así lo viene defendiendo día tras día la ONCE, y todo el Grupo Social que ha edificado en sus 80 años de existencia.