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Mucho más que un ‘chapuzón musical’

Uno de los ensayos del grupoAlumnos del CRE de la ONCE en Sevilla refuerzan su pasión creativa con la música

El Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla ha reforzado el amor por la música entre un reducido número de algunos de sus alumnos integrados también en Conservatorios de Andalucía o Extremadura que participaron, del 1 al 5 de julio, entre partituras e instrumentos, en la iniciativa ‘Un chapuzón musical’.

Un experiencia impulsada por el Servicio de Escolarización Combinada Compartida de Competencia Social (SECC), con el objetivo central de fomentar el crecimiento de sus jóvenes participantes como futuros músicos y, sobre todo, como mejores personas. Siete niños ciegos o con discapacidad visual grave, alumnos de distintas etapas educativas de Andalucía y Extremadura y de diversos Conservatorios. Este SECC grupal se organizó además en el CRE de la ONCE en Sevilla como uno de los actos de culminación del curso académico 2018/2019 presidido por el poder de transmisión que ofrece siempre la música.

Las jornadas comenzaban bien temprano, por la mañana, con talleres de ritmo, coro, creatividad, lectura musical braille y Gordon o percusión, y contaron con instructivas visitas como la realizada al Museo Africano de la capital hispalense.  Una iniciativa que, como nos comentaba Carmen formato MP3 audio(0,16 MB), una de las educadoras que les acompañó en la visita, les permitió conocer instrumentos originales y básicos e incluso improvisar con ellos una breve interpretación. Aportaron su ayuda y experiencia también la fundadora de La Casa de los Pianistas, Yolanda Sánchez, y -desde la permanente coordinación de las jornadas- la especialista de Música del CRE, Marian Martínez, culminando con un concierto grupal en el salón de actos del centro, en colaboración con músicos de Orquestas Inclusivas, del que disfrutaron también los padres de los jóvenes músicos.

Satisfacción institucional

La directora pedagógica del CRE sevillano, Carmen de Miguel, espera poder dar continuidad en el futuro a esta primera experiencia que considera “muy interesante”, no sólo por el trabajo sobre los aspectos musicales sino también por el realizado en materia de autonomía, competencia social, habilidades de vida diaria, etc. “Ha sido precioso y los chavales han aprendido muchísimo, mostrando que la música es una herramienta para incluirse y que, con las herramientas adecuadas, efectivamente, se puede”, concluye formato MP3 audio(0,22 MB).

Arriba, dos de las niñas participantes tocan la guitarra; abajo, la intérprete del trombónPara la especialista Marian Martínez, la experiencia ha resultado también muy enriquecedora. “Han sido siete músicos dándolo todo de sí, aprendiendo muchas cosas y disfrutando de la música... Todo un lujo”, explica formato MP3 audio(0,20 MB). Recuerda que todos los participantes son estudiantes de Música y que han contado con herramientas de accesibilidad para plantearse la posibilidad de una carrera que constituya su forma de vida o simplemente para disfrutar de su ocio. Y expresa una lección final que, a su juicio, ha quedado bien clara tras estas jornadas: “la música -asegura- no tiene barreras, porque hay mil formas de hacer música y de disfrutarla”. Como queriendo refrendar su criterio, la pequeña Valeria, participante en las jornadas, destacaba en su personal balance formato MP3 audio(0,17 MB) la experiencia de haber podido, durante unos días, "vivir con la música"

La fundadora y directora de La Casa de los Pianistas, Yolanda Sánchez, destaca igualmente esta experiencia junto a alumnos ciegos y con discapacidad visual. “Me  ha resultado súpergratificante y divertido”, nos comentó al final de las jornadas. “Hemos montado tres piezas cortitas pero muy interesantes, dos orquestales y una con coro a tres voces, con partituras en tinta y en braille; y hemos comprobado que se adaptan perfectamente y que la música es la mejor herramienta del mundo para romper barreras y unir a los chicos”, asegura.

Por eso anima a las familias a vencer cualquier temor respecto a la formación musical de sus hijos y a afrontar cualquier posible complicación. “Una vez rota esa posible timidez inicial, el instrumento -afirma- es una herramienta perfecta para expresarse ante los demás. Beethoven, sordo, es el mejor ejemplo, el prodigio más grande que tenemos, además de uno de mis compositores favoritos... Tocar un instrumento es la mejor opción para cualquier persona, ya sea de cara a protagonizar profesionalmente un concierto o para su simple desarrollo personal”, destaca esta veterana profesional.

También para los padres ha resultado muy motivadora la experiencia. Carmen Pinto, afiliada a la ONCE y madre de cuatro niños (una de ellas estudiante de trombón) nos confesaba formato MP3 audio(0,12 MB) que para su hija las jornadas han sido muy enriquecedoras, al compartirlas con otros niños también con discapacidad visual y alumnos de Música, como ella. “Para nosotros la música es fundamental porque somos todo oídos. Por eso resulta tan importante esta posibilidad de relacionarse, de tocar juntos, enriquecerse unos de otros aprendiendo unidos y disfrutando de las nuevas tecnologías aplicadas a la música, o contarse sus experiencias... Y en todo ello ha sido fundamental el apoyo de la ONCE y el trabajo acometido a nivel de autonómico”, nos comenta. 

Y es que Carmen ha sabido transmitir a todos sus hijos su amor por la música: “es maravillosa para cualquier persona, pero a los ciegos, además, nos sirve para expresarnos, nos estructura, nos abre la mente... Nos ofrece otra forma de concebir las cosas”, concluye.

Luis Gresa