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El ‘Día del Bastón Blanco’ reclama, en España y en el mundo, accesibilidad en las gestiones administrativas y los derechos del perro guía

Una persona toma un turno de una sala de espera en un centro médico gestionado por pantalla inaccesible para personas privadas de visiónComo cada año, las personas ciegas han conmemorado, el 15 de octubre, el Día del Bastón Blanco, jornada que recuerda al mundo la importancia de la accesibilidad universal, simbolizada en este capital instrumento para la vida independiente de este colectivo, como señaló la Unión Mundial de Ciegos (UMC) en el comunicado publicado con motivo de la conmemoración formato Microsoft Word(0,06 MB).

Solicita la UMC de los Estados políticas, leyes e infraestructura apropiadas para “permitir el desplazamiento autónomo de las personas con discapacidad visual en sus hogares, instituciones educativas, entornos de trabajo y comunidad”. Y recuerda que éste es un derecho recogido por el artículo 9 de la Convención de la ONU sobre Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), y refrendado por España, que requiere que “los países identifiquen y eliminen obstáculos y barreras y garanticen el acceso de las personas con discapacidad a su entorno, transporte y servicios públicos”.

Collage con el paseo por el centro de Madrid y, abajo, la Mesa del encuentro posterior de usuarios de perros guíaRepercusión en España

El Consejo Territorial de Madrid hizo también público un Manifiesto formato Microsoft Word(0,14 MB) en torno a la jornada, especialmente enfocado este año a la accesibilidad desde una perspectiva muy concreta: las nuevas tecnologías, reclamando un cambio de directrices en todos los agentes sociales, pero sobre todo en la Administración, al denunciar la discriminación que supone “la implantación de tecnología no accesible para realizar trámites y gestiones de atención y prestación de servicios públicos”.

Pone al respecto el dedo sobre la llaga al referirse a situaciones tan sangrantes como cotidianas que condicionan la vida de una persona ciega. “La implantación de tecnología para suplir funciones que antes realizaban personas, si no es accesible, provoca que muchas personas con discapacidad no puedan utilizarlas en gestiones básicas para su vida, como es el caso de los dispositivos de gestión y asignación de turno en servicios públicos como las oficinas de atención al público de las administraciones, los centros de salud u hospitales, por mencionar los más relevantes”, señala el Manifiesto.

También en Madrid, como es ya tradicional, la Asociación de Usuarios y Amigos del Perro Guía local, conmemoró esta efeméride el sábado 19 de octubre, con su tradicional paseo con perros. Unos animales que se han convertido -en nuestro país y en todo el mundo- en una alternativa y complemento fundamental del bastón blanco como herramienta de movilidad y autonomía. Objetivo: reivindicar los derechos de sus usuarios a acceder con normalidad, acompañados por el perro, a lugares y servicios, públicos o de uso público. Acudieron también varias familias educadoras con sus cachorros (futuros perros guía), para recorrer por el centro de la capital, desde la Territorial de ONCE Madrid, las calles Prim, Paseo de Recoletos, Cibeles, Alcalá, Montera, Fuencarral y Augusto Figueroa, para volver al punto de partida a mediodía. Y allí, en el Salón de Actos de la Delegación, celebraron un acto de reconocimiento a los perros fallecidos, jubilados o que cumplen 10 años en 2019, se dio lectura a su tradicional Manifiesto y se reconoció, por su labor, a los trabajadores de la Fundación ONCE del Perro Guía.

Por todo el país

Pero no sólo la capital se hizo eco de la conmemoración. El Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha organizó el mismo martes 15 de octubre, por ejemplo, un encuentro en el polideportivo de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Allí se montó un espectacular bastón blanco gigante y se llevó a cabo una exhibición de la Escuela de la Fundación ONCE del Perro Guía, para acercar a toda la ciudadanía, pero sobre todo a los numerosos escolares convocados, cómo es la formación y capacidades de estos extraordinarios animales, al tiempo que se les invitaba a ponerse en la piel de una persona ciega realizando un desplazamiento a ciegas guiados por ellos. 

Collage gráfico del acto en Azuqueca, con el 'gran bastón blanco' y, a la derecha, el alcalde caminando a ciegas apoyado por un perro guíaEl alcalde de Azuqueca y otros miembros de la Corporación y del Gobierno regional acompañaron a los representantes de la ONCE, encabezados por el presidente de su Consejo Territorial en Castilla-La Mancha, José Martínez, y el delegado, Carlos Javier Hernández. Y participaron en la lectura del Manifiesto elaborado al efecto por la UMC.

Igualmente se presentó el bastón rojo-blanco, auxiliar de movilidad que -al incorporar una franja roja al tradicional bastón blanco- identifica a las personas con sordoceguera y les aporta así una mayor seguridad en su autonomía de desplazamiento, pues les identifica y hace conscientes al resto de personas de su entorno la condición especial de esta discapacidad. Finalmente, la ONCE aprovechó para insistir en su reiterada (y a menudo desoída) demanda a muchos municipios sobre la proliferación de calles peatonales en las que las personas comparten el paso con la circulación de vehículos; calles de ‘plataforma única’, que no disponen de bordillo separador entre calzada y acera que resultan gravemente problemáticas para las personas ciegas y con discapacidad visual que, sin saberlo, pueden estar deambulando por donde circulan coches, motos, buses, bicicletas y ahora patinetes eléctricos.

Reivindicaciones similares se multiplicaron por todo el país. En Logroño se llevó a cabo una marcha reivindicativa por el centro de la ciudad. Y en Ibiza se elaboró un manifiesto que se elevó incluso al Consell insular y en el que, entre otras medidas, se solicitaban desde sistemas de voz en electrodomésticos y (al igual que en Madrid) en los gestores de turnos de las oficinas, hasta balizas informativas de orientación en grandes edificios; todo pensando en que “nadie tenga que sufrir por ir al banco, navegar por Internet o hacer algo tan normal como es coger el autobús”.