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Las trabajadoras con discapacidad reclaman 'especial protección' por la brecha salarial ante el nuevo contexto laboral

Mujer trabajadora en silla de ruedas junto a sus compañeros de trabajoLa Fundación CERMI Mujeres (FCMAbre Web externa en ventana nueva) ha planteado al Ministerio de Trabajo y Economía Social que considere a las mujeres trabajadoras con discapacidad como grupo específico 'de especial protección' frente a la brecha salarial y la desigualdad retributiva. Así lo expresó en una consulta pública previa a la elaboración del proyecto de desarrollo del Estatuto de los Trabajadores, acerca de las obligaciones de registro y transparencia para la igualdad retributiva entre mujeres y hombres, en fase de alegaciones en estos momentos.

El movimiento que impulsa el CERMI ha participado en esta consulta pública previa para aportar el enfoque de las trabajadoras con discapacidad, que soportan condiciones de igualdad en todos los ámbitos, incluido el laboral y profesional, todavía más precarias y frágiles que el resto de mujeres. Por ello -aseguran- es preciso que el desarrollo reglamentario en ciernes tenga presente expresamente estas situaciones de discriminación interseccional por razón de género y discapacidad; y que establezca medidas reforzadas y más intensas para combatirlas eficazmente.

Varones y mujeres con discapacidad sufren una brecha salarial más aguda en relación con la masa de trabajadores sin discapacidad, según el estudio “El Salario de las Personas con Discapacidad (SPD). Explotación de la Encuesta Anual de Estructura Salarial 2017 y de la Base Estatal de Personas con Discapacidad. Año 2017”. A tenor de esta información oficial, según la FCM “los hombres con discapacidad tuvieron un salario un 20,7% inferior al de los hombres sin discapacidad. En el caso de las mujeres, fue un 14,3 % menor”, datos que evidencian la brecha retributiva más acusada que aqueja a las personas con discapacidad, globalmente consideradas, y más singularmente, a las mujeres con discapacidad, dada la discriminación salarial global de mujeres frente a hombres trabajadores en general.

Este estado de cosas, al parecer de CERMI Mujeres, impone que la futura normativa que vaya a regular medidas adicionales y más vigorosas para asegurar la igualdad retributiva sin sesgo por sexo ha de tener particularmente presente la situación de este colectivo, como víctimas de una discriminación interseccional de efectos más devastadores para una remuneración igualitaria entre hombres y mujeres. Así, la entidad plantea a Trabajo que la variable 'discapacidad' se estime factor de discriminación interseccional prevalente en materia de igual remuneración, y llegue de manera transversal a la norma reglamentaria que se está preparando, desde un enfoque exigente de género y discapacidad. Además, CERMI Mujeres propone que en la futura norma se considere a las mujeres con discapacidad “un colectivo específico” que por sus características es susceptible de una mayor vulnerabilidad en materia de discriminación retributiva, adoptándose las medidas más adecuadas para luchar contra ese brecha salarial especialmente intensa.