La Junta Directiva de la EBU se reúne para valorar el impacto de la pandemia y aprobar nuevos proyectos
Valorar el impacto de la pandemia provocada por el covid-19 y abordar nuevos objetivos que serán de capital relevancia para el futuro inmediato de las personas ciegas en Europa han sido los asuntos más relevantes de la última reunión que por primera vez en su historia ha celebrado de manera telemática la Junta Directiva de la Unión Europea de Ciegos (EBU), el pasado 20 de junio.
La reunión, que debía haberse celebrado en el marco de la Cumbre Mundial de la Ceguera World Blindness Summit, que el Grupo Social ONCE, organizador y promotor del evento internacional, ha pospuesto para mayo de 2021 en Madrid, ha servido para, entre otros asuntos, incorporar a la Asociación de Ciegos de Kosovo como nuevo miembro asociado de EBU, pues hasta ahora participaba como país observador.
Se trata, según la española Bárbara Martín, vicepresidenta de la Unión Europea de Ciegos, de un caso muy particular, porque se trata de un país europeo no reconocido como tal por Naciones Unidas, pero desde el que se siguen muy de cerca todas las políticas comunitarias de la UE; y de hecho están participando muy activamente en hacer realidad el Tratado de Marrakech para la adaptación y el acceso de las personas con discapacidad visual a todo tipo de libros y textos impresos, lo que -en palabras de la responsable de la EBU- “está constituyendo una valiosa aportación”.
La Junta aprobó, por otro lado, un documento “bastante innovador y necesario”, resalta Bárbara Martín, sobre procedimientos antiacoso en el seno de la EBU, y que “inspirado a raíz de un incidente ocurrido en el transcurso de la Asamblea General que la EBU celebró en Roma a finales de 2019, viene a responder a la urgencia de la entidad por no consentir ningún acto de este tipo”, asegura. Dicho procedimiento se hará público en la próxima newsletter alojada en la página web de la EBU.
Por último, se informó sobre la Comisión de Enlace de la EBU con la UE, que ha retomado su actividad pese a la pandemia bajo la presidencia de Ask Løvbjerg, de la Federación de personas ciegas de Dinamarca. Se trata de una Comisión especialmente importante ya que en ella se abordan todos los temas de incidencia política más relevante para nuestro colectivo en el marco europeo.
“A pesar del fuerte impacto que ha tenido el Covid en todos nuestros miembros, la EBU no ha dejado de trabajar. Todas nuestras organizaciones han reportado su tarea durante los tres últimos meses y eso demuestra la profesionalidad de esta organización y la eficacia de sus decisiones”, explica Bárbara Martín (0,99 MB) a nuestro boletín, apuntando además la dificultad añadida que en el peor momento de la pandemia supuso el relevo directivo de la Oficina de la EBU, sita en París, entre el alemán Lars Bosselmann, nuevo director ejecutivo de la Unión, y su antecesor, el francés Mokrane Boussaid, recientemente jubilado tras 27 años al frente de esta Oficina.
La próxima reunión de la Junta de la EBU se celebrará, igualmente por vía telemática, el próximo mes de octubre, y analizará el cumplimiento e implementación de las previsiones sanitarias provocadas por la pandemia del coronavirus.