Fundación ONCE financia un taller de musicoterapia para personas con TEA de Congost Autisme...
... y una sala de estimulación multisensorial para niños con autismo de APANAG
Fundación ONCE financiará la puesta en marcha de un taller de musicoterapia para personas con autismo y discapacidad intelectual de Congost Autisme, una fundación ubicada en La Garriga (Barcelona) que trabaja para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con trastorno del espectro del autismo y sus familias.
Según indica la entidad, el objetivo del taller es estimular la creatividad y el crecimiento personal, tanto individual como grupal, así como ofrecer oportunidades para el aprendizaje musical a las personas con autismo, a quienes “comportará beneficios muy significativos, tanto cuantitativa como cualitativamente”.
“La musicoterapia como técnica de intervención terapéutica incide en la disminución de conductas problemáticas y repetitivas asociadas al autismo, mejora la relación interpersonal con los compañeros, familiares y profesionales y estimula cognitiva y motrizmente a los participantes. La música, un lenguaje universal, se convierte en una herramienta ideal para seguir un modelo de vida activa”, asegura Rebeca Sánchez, directora de Congost Autisme.
Desde esta perspectiva, el taller, que impartirá una especialista en pedagogía musical acompañada por educadores conocedores del autismo, se estructurará en sesiones semanales de entre 45 minutos y una hora de duración, a las que acudirán grupos reducidos de entre cuatro y ocho personas.
En función de sus capacidades e interés por la música, los participantes se distribuirán en tres grupos: oyentes, solistas y músicos. En todos ellos, los profesionales utilizarán juegos y ejercicios totalmente inclusivos para estimular la expresión mediante estilos musicales existentes o mediante otros nuevos y propios. Se servirán de instrumentos convencionales y otro tipo de material como piedras, cucharas, palos o cañas.
Con APANAG en Guadalajara
También financiará una sala de estimulación multisensorial de la Asociación de Padres de Niños Autistas de Guadalajara (APANAG), que pretende con ella mejorar la comunicación y el lenguaje de estos chavales, así como reducir la hipersensibilidad que tienen a veces a determinados estímulos sensoriales.
Según explica Roberto Inglés, presidente de la entidad, las personas con trastornos del espectro del autismo presentan a veces hipersensibilidad a estímulos visuales, auditivos u olfativos, entre otros, por lo que su idea con la creación de la sala es reducir este problema y mejorar, al tiempo, sus habilidades de comunicación y lenguaje.
“En una sala multisensorial podemos aislar los diferentes estímulos e irlos sumando progresivamente de una forma coherente”, incide Inglés, quien añade que este tipo de estancia puede usarse también para trabajar las fobias a determinadas situaciones o, sencillamente, para hacer que las personas con TEA disfruten en ellas.
De esta forma, el objetivo de APANAG con la puesta en marcha de este proyecto es crear un ambiente multisensorial para ayudar a las personas con trastorno del espectro del autismo a encontrar placer en aquello que hacen, así como a mejorar su calidad de vida.