Celebradas por la Universidad de Sevilla con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la comunidad universitaria en materia de género

La presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE y vicepresidenta tercera del Consejo General, Patricia Sanz, ha participado en las Jornadas Virtuales ‘Igualdad en el empleo en un nuevo escenario de COVID-19. Retos en el acceso, desarrollo y conciliación corresponsable’, que ha celebrado la Unidad para la Igualdad de la Universidad de Sevilla, durante los días 23, 29 y 30 de junio. 

En concreto, Sanz tomó parte en el encuentro ‘Experiencias compartidas: Igualdad en el empleo en circunstancias diversas (I)’, junto a los representantes de la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas FAKALI, Carmen Silva y José Vega, quienes ofrecieron una visión de la situación laboral actual de hombres y mujeres de etnia gitana.

La Universidad de Sevilla ha organizado estas jornadas con dos claros objetivos: por un lado, contribuir a la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en las universidades españolas en el acceso al empleo y desarrollo profesional, favoreciendo la toma de conciencia sobre la conciliación y corresponsabilidad como estrategias necesarias para ello; y, por otro, sensibilizar y concienciar a la comunidad universitaria en materia de género, especialmente de cara al nuevo escenario que la crisis sanitaria y económica nos presenta en relación a la igualdad en el empleo: oportunidades y condiciones. 

En este sentido, Patricia Sanz ofreció una visión global de la situación actual dentro del mercado laboral de las personas con discapacidad, y más en concreto de las mujeres con discapacidad. Según explicó, “el 6,2% de la población que está en edad de trabajar son personas con discapacidad, y de ellas el 43,2% son mujeres con discapacidad”. Esto se debe a varios motivos, como es el hecho que de “las personas con discapacidad acceden más tarde al mercado laboral, fundamentalmente porque es más difícil acabar con éxito y en el mismo tiempo los estudios, aunque es verdad que cada vez hay más estudiantes con discapacidad, entre otras cosas porque no todos los materiales ni las herramientas son accesibles” (0,59 MB).

Además, para las personas con discapacidad la retribución es menor, y es mayor la parcialidad y la temporalidad. Esto suele responder al estereotipo extendido entre los empresarios de que “se nos contrata por solidaridad, pero no por la capacidad o la formación”, asegura la presidenta del Observatorio. 

Todo esto se traduce en que solo una de cada cuatro personas con discapacidad trabaja en España. 

En el caso de los jóvenes, el 56% de los jóvenes con discapacidad españoles en edad de trabajar están en situación de desempleo, frente al 32% de jóvenes sin discapacidad en la misma situación. Una situación que Sanz califica de “desconocida”. 

Analizando los datos correspondientes a 2019, que es el último ejercicio cerrado, por cada mujer con discapacidad que trabajaba en España, había 2,4 mujeres sin discapacidad con trabajo, “esto constituye una brecha de empleo que se va reduciendo muy lentamente” (0,38 MB), afirma.

De los más de 118.000 contratos que se hicieron a personas con discapacidad en 2019, solo el 38,5% fue destinado a mujeres con discapacidad. Pero esta cifra de contratación representa solo el 1,6% de todos los contratos realizados en ese año, algo que deja claro que “la barrera de la discapacidad sigue asustando al empresariado español, que en su mayoría contrata a personas con discapacidad que no rompan la estructura y la actividad de la empresa”, apunta Sanz (0,59 MB).

En cuanto a contratación juvenil en ese mismo año 2019, la de jóvenes con discapacidad supuso el 7,5% de todos los contratos realizados, pero en el caso de los jóvenes sin discapacidad, la tasa de contratación, que superó los 22 millones de personas, llega al 20,4%. Y de los contratos realizados a personas con discapacidad, solo el 10% fueron contratos indefinidos, casi el 40% fue a tiempo parcial (4 puntos más que el de la población sin discapacidad). Una muestra más de que “sigue pesando el estereotipo”, afirma Patricia Sanz. 

Para analizar las cifras añadiendo la variable de género, la presidenta del Observatorio de Igualdad de Oportunidades del Grupo Social ONCE hizo referencia al Informe realizado dentro del clúster ClosinGap “Coste de Oportunidad de la Brecha de Género en la Discapacidad” que se acaba de presentar y que hemos desglosado también en este número de Así Somos.

En su cierre, Patricia Sanz ofreció, como ejemplo, los datos actuales dentro del Grupo Social ONCE desde el que “intentamos hacerlo lo mejor posible cada día”, y que en la actualidad genera empleo para 70.000 personas, de las cuales “el 58% tenemos una discapacidad” (0,39 MB).

Las jornadas ‘Igualdad en el empleo en un nuevo escenario de COVID-19. Retos en el acceso, desarrollo y conciliación corresponsable’ han estado dirigidas a todas las comunidades educativas de las universidades españolas y al público en general, y han contado con la subvención del Instituto de las Mujeres.  

Yolanda S. Baglietto