Dotarse de un Código Ético de Conducta no es una obligación legal. Sin embargo, para el Grupo Social ONCE es un compromiso con los tiempos que vivimos. Representa dotarnos de más transparencia, de más apertura, de mayor verdad en todo lo que hacemos, lo que queremos hacer y, muy especialmente, cómo lo queremos hacer. Porque tenemos como base a las personas que componemos el Grupo Social ONCE y, por eso, aspiramos a construir, al lado de la ciudadanía, sociedades mejores donde los derechos y el respeto sean punto de partida para cualquier actuación. De ahí que entendemos que el comportamiento de cuantos conformamos esta gran familia debe estar basado en los más elevados criterios de ética personal, excelencia profesional, responsabilidad organizativa y respeto, mucho respeto. Por ello, este código compromete, con su firma, a todos aquellos que tienen una responsabilidad institucional en el Grupo, pero no sólo, dado que son valores que van más allá, que nos comprometen a todos y todas, porque nos sentimos alineados con la ética tal y como la define la filósofa española Adela Cortina, es decir, “esencialmente un saber para actuar de modo racional”.

Y ahora, al firmar este Código Ético, seguimos evolucionando al ritmo que lo hace la sociedad, sumando nuevos conceptos que comprometen nuestra tarea cotidiana y nos sirven de guía de actuación en nuestras decisiones y acciones.

Al nuevo código se incorporan como principios los conceptos de transparencia, integridad, innovación y sostenibilidad que, sin duda, son merecedores de formar parte del mismo, por lo que representan de evolución, de caminar hacia adelante en sociedades cada vez más modernas, inclusivas, innovadoras y sostenibles. Son valores que han ido tomando más fuerza y presencia porque las empresas ya no se pueden entender como entes aislados sino como partes muy activas de la sociedad de la que forman parte y a la que deben todo.

Transparencia, como signo de apertura y de traslado de información clara y accesible; Innovación, para buscar soluciones creativas y eficientes frente a los retos a los que nos enfrentamos y para ser referentes de liderazgo social; Sostenibilidad, para mantener el modelo del Grupo Social ONCE en su dimensión económica, de buen gobierno, social y medioambiental; Integridad, siempre, para actuar con coherencia y buena fe, seriedad, rigor y el máximo de respeto.

Consolidamos así otro pilar más, este Código Ético, sobre el que seguimos cimentando un Grupo Social ONCE que es mucho más que la suma de ONCE, Fundación ONCE e Ilunion para convertirse en un motor social y económico que quiere predicar siempre desde el ejemplo y, por supuesto y por delante, con el de sus directivos y personas con responsabilidades. Un ejemplo que llegará si duda al resto de la sociedad, que ha depositado en nosotros su confianza. Se trata ahora de que convirtamos en propios y hagamos nuestros estos once conceptos éticos. Y que, al firmar y renovar este compromiso personal, contribuyamos a trasladar la mejor y más consistente imagen del Grupo Social ONCE como conjunto éticamente responsable, tanto hacia nuestra propia gente como a la sociedad que tanto espera de nosotros.