“Me gustaría ver como se organiza y crece un movimiento mundial y europeo de mujeres con discapacidad que ahora no existe”
La española ciega Ana Peláez nos cuenta los objetivos de su actual presidencia y trabajo en el Comité CEDAW de Naciones Unidas
Ana Peláez Narváez
(0,03 MB) es, desde el pasado 6 de febrero, la presidenta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, órgano de expertos independientes que vela por la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW
).
La alta comisionada para la Solidaridad y la Cooperación Internacional del Grupo Social ONCE y vicepresidenta de la Fundación Cermi Mujeres (FCM), entre otras muchas responsabilidades, se ha convertido en la primera persona, en este caso mujer, con discapacidad, en su caso ciega, en presidir un órgano de tratados de derechos humanos de la Naciones Unidas.
Su trayectoria en la ONU, a la que llegó en 2002 como delegada del Gobierno de España para redactar el primer tratado de derechos para las personas con discapacidad aprobado en 2006, no ha sido fácil, pero sí muy gratificante.
Con el respaldo constante de las principales entidades de las personas con discapacidad de España, la ONCE y el CERMI
, desde entonces hasta al menos 2026 -año en el que culmina su permanencia actual en el Comité CEDAW- se ha convertido en paradigma de inclusión de las personas con discapacidad dentro de Naciones Unidas, personificando la evidencia, socialmente olvidada, de que “nosotras, las mujeres con discapacidad, también somos mujeres”, afirma rotunda.
Ya en la redacción de la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad (CRPD) se centró en la incorporación del género de manera transversal y específica. Tras su entrada en vigor en 2008, siendo elegida para formar parte del Comité de seguimiento de dicha Convención durante sus dos primeros mandatos (2009-2016), llegando a ser también su vicepresidenta, fue punto focal de género. Además copresidió el grupo de trabajo para la elaboración de la Observación General nº 3 sobre las mujeres y niñas con discapacidad. Tres años después, en 2019, se incorporó al Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW
).
“Eso no fue fácil porque fue un proceso de aprendizaje interno relevante, que pasó por una primera derrota -recuerda-. En 2016 hubo elecciones para entrar al comité CEDAW y nosotros, en este caso España, con el respaldo de la ONCE y del CERMI, nos presentamos. En aquel momento nuestro eslogan era ‘Disability for CEDAW’. Este fue nuestro leitmotiv, lo que guio la campaña que hicimos, que fue muy intensa porque nos reunimos con más de 150 países previamente a las elecciones para hacer ver que era necesario incorporar la perspectiva de discapacidad a este órgano de tratados.
Aquello sorprendía profundamente a las misiones de la ONU (embajadas ante Naciones Unidas). Este mensaje no era comprendido, porque decían ¡pero bueno si los ‘disableds’ ya tienen su propia convención de derechos, no es necesario que se lleve la discapacidad a otros órganos de tratados de la ONU!… No se entendía; pero como resultado de toda esta campaña conseguimos llegar a mucha gente y que el mensaje calara en muchos estados. Aún así, perdimos por un voto…
Lo comento porque las derrotas deben convertirse en una oportunidad (1,90 MB) para reflexionar y mejorar. Ahí ya realmente me di cuenta de que el mensaje tenía que ser otro. ‘Disability for CEDAW’ no era suficiente. No nos rendimos, como dice el slogan de una de las campañas de Fundación ONCE, ‘No te rindas’, y eso hizo que España siguiera apostando por esto y que por tanto yo siguiera contando con el apoyo de la ONCE y del CERMI. Pero para intentarlo de nuevo fue fundamental el mensaje “Nosotras también somos mujeres”. Y volvimos a tener en 2018 más de 160 entrevistas individuales con los distintos países, misiones, embajadas ante Naciones Unidas con este mensaje: es que nosotras, las que tenemos una discapacidad, también somos mujeres. Y así fue como en esta segunda ocasión arrasamos".
P.- Con su incorporación al Comité de la CEDAW se ha convertido en la primera persona con discapacidad en formar parte de un órgano de derechos humanos de Naciones Unidas distinto al de la CRPD, y desde este 2023 en la primera española con discapacidad en presidir un órgano de tratados de derechos humanos de Naciones Unidas...
Me gusta hablar en plural,
(0,66 MB) porque esto no es una conquista individual, no es un éxito de Ana Peláez, es una conquista de España, de la ONCE, del CERMI y de las mujeres y niñas con discapacidad que al final conseguimos llegar. Por tanto, ahí estamos con la voz de la diversidad de 700 millones de mujeres y niñas con discapacidad que hay actualmente en el mundo.
Cuando llegué al comité CEDAW lo hice con mi bagaje de discapacidad, con mi idea de centrarme en las mujeres y niñas con discapacidad dentro de una convención que, por otra parte, se aprueba por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1979 y que, por tanto, no tiene ninguna referencia a las mujeres con discapacidad… Nunca hemos necesitado esas referencias específicas porque nosotras también somos mujeres y por ello estamos concernidas y protegidas por todos los artículos y las obligaciones que adquieren los estados partes de esta Convención cuando la ratifican.
Esa fue mi idea. (2,83 MB) Dije, bueno yo soy experta en esto y esto es lo que traigo a este Comité… Enseguida me di cuenta de que no era suficiente y que además no era justo tampoco. Pues porque no solamente existen las mujeres y niñas con discapacidad como grupos desfavorecidos de mujeres, sino que además existen otros muchos (mujeres mayores, migrantes, refugiadas, desplazadas, adolescentes, madres solteras, etc.). La forma de trabajar del Comité respecto a la diversidad de las mujeres impedía que yo me centrara solamente en las mujeres con discapacidad, de manera que si yo quería defender a las mujeres con discapacidad tenía que tener una visión más amplia, más holística, que incluyera a todos los grupos desfavorecidos de mujeres.
Por tanto, me esforcé particularmente en formarme sobre las interseccionalidades, sobre los grupos desfavorecidos de mujeres y sobre instrumentos como las medidas especiales de carácter temporal y otras medidas que podían servir para acelerar la desigualdad de facto que estas mujeres presentaban por tener causas de discriminación como la edad, la discapacidad, la nacionalidad, la condición de identidad u orientación sexual, la pobreza, la ruralidad, la etnia, la religión, etc. Y así fue como poco a poco me fui especializando y fui consiguiendo mi espacio.
El Comité CEDAW está formado por 23 personas, 22 expertas y un experto, y sobre determinadas cuestiones solemos tener 1 o 2 expertos en temas como la trata y explotación de la prostitución, la violencia de género contra las mujeres, el derecho al trabajo, etc., y ahí yo fui consiguiendo ese espacio como experta en estos temas, lo que para mí ha sido muy, muy enriquecedor, porque me ha aportado un mayor conocimiento y contacto con las organizaciones que representaban también a todos estos grupos desfavorecidos de mujeres.
Para mi fue una sorpresa que en el año 2021 me eligieran vicepresidenta del comité CEDAW. No fue ninguna elección interna ni de presentación de candidaturas. Sino que obedece a una estructura de representación ya prevista en virtud del proceso de rotación geográfica con equilibrio dentro del Comité. Por tanto, la presidencia en 2023 y 2024 recaía en mi grupo y al ser yo ya vicepresidenta no hubo ninguna duda que tenía que ser la presidenta.
No obstante, que una mujer con discapacidad formara parte de este Comité ya fue en sí mismo un hecho muy relevante. Cuatro años después es su presidenta ¿Eso significa que algo está cambiando cuando hablamos de la inclusión y de los derechos de las personas con discapacidad, en general, y de las mujeres y niñas con discapacidad en el mundo, en particular?
¡Claro que hay algo que está cambiando!
(3,43 MB) Por suerte, porque después del ingente trabajo de muchas personas y organizaciones de todo el mundo se va consiguiendo que la discapacidad tenga mucha mayor presencia y reconocimiento; también mayor compromiso político y efectivo de protección de derechos de las personas con discapacidad... Aunque todavía queda muchísimo por lograrse, pero ¡claro que están cambiando las cosas! Y más si pienso en las mujeres con discapacidad.
El hecho de haber llegado a este Comité, aunque no hablemos de mujeres con discapacidad, mi sola presencia ya es un mensaje muy potente y evidente. En marzo de este año tuve el privilegio de participar en la ceremonia de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas (CSW) en Nueva York, en donde están todos los países del mundo, en la sede la Asamblea General y pude intervenir desde el mismo atril donde han intervenido todos los presidentes del mundo, el secretario general de las Naciones Unidas, etc.
Recuerdo que en ese momento pensé que aunque no hablara de discapacidad mi sola presencia era un mensaje tan relevante para los estados que van a caer en la cuenta de que una mujer con discapacidad puede perfectamente dirigirse a una audiencia como esta y abordar otras cuestiones distintas a la discapacidad… Creo que esto también ayuda a cambiar la visión que se tiene de la discapacidad.
Mira, una de mis responsabilidades es presidir los diálogos constructivos con los estados parte en el seguimiento de la aplicación de esta convención. Esto significa que con frecuencia comparto estrado y me siento con ministros y ministras de igualdad o con personas de altísima responsabilidad estatal en relación con la política de igualdad de género y derechos de las mujeres. Y mucha gente, cuando termina el diálogo después de 5 horas, me transmiten su sorpresa y su intención de al menos valorar la posibilidad de incorporar a mujeres como yo en sus equipos. No me dicen con discapacidad porque no se atreven, pero así es.
Antes de hablar de los objetivos de la CEDAW, ¿cómo está siendo su trayectoria laboral en Naciones Unidas, teniendo en cuenta el hándicap que le impone su discapacidad visual, si hablamos de accesibilidad o adaptación de los procesos de información, transferencia de comunicaciones, reuniones, etc.?
Yo creo que mi presencia está ayudando a mejorar la accesibilidad en el entorno de Naciones Unidas
(1,79 MB), pero hay que mejorar muchísimas cosas. Por ejemplo hay una unidad de producción braille, que poco a poco me va apoyando más y mejor con documentos que surgen en el momento, pero claro, es que esta unidad solo funciona de 5 de la mañana a 12 del mediodía. Es decir, muchas veces son cuestiones sin sentido, que tú dices, pero bueno ¡a las 5 de la mañana quien va a necesitar este servicio!... Aunque claro hacen más trabajos.
Por otro lado, ya estoy accediendo a documentos que me preparan en braille como son el borrador de las observaciones finales para los estados que se están sometiendo a revisión. Porque, claro, son documentos vivos que van cambiando constantemente.
Por otro lado, Naciones Unidas aprobó una estrategia de discapacidad en septiembre de 2020, lo que pasa es que no la ha dotado de presupuesto, aunque se supone que a partir del próximo año vamos a tener algún presupuesto adicional para medidas de accesibilidad. Por ejemplo, el comité CEDAW realiza reuniones con la sociedad civil y con organizaciones nacionales de derechos humanos para hacer el seguimiento y conocer las aportaciones que hacen respecto a los estados que se van a revisar cada semana, y que suelen ser unos cuatro estados cada semana del periodo de sesiones. En estas reuniones, que suelen ser los lunes, el Comité escucha a las instituciones y el año pasado, gracias a la Alianza Internacional de la Discapacidad (AID), se ofreció subtitulación y lengua de signos durante esa hora y media que dura la reunión, es decir dos lunes del periodo de sesiones.
Este año la Fundación CERMI Mujeres es la que está ofreciendo la subtitulación y la lengua de signos, de manera que si hay organizaciones de mujeres con discapacidad o de personas con discapacidad que van a reportar información sobre la situación de estas mujeres en sus países y que son objeto de examen lo puedan hacer sin obstáculos. Eso es algo que yo espero que a partir del año que viene con el presupuesto que apruebe ONU para las cuestiones de accesibilidad ya esté cubierto.
Pero esto no se hace. Yo cada vez que me voy a Ginebra tengo la suerte de llevarme mucho material impreso en braille porque lo necesito, simplemente para gestionar todas las reuniones, los diálogos, los exámenes y las decisiones que se toman necesito mucha documentación en braille, en este caso, y eso lo consigo gracias a la ONCE, si no sería imposible.
Mi incorporación al comité CEDAW fue relevante, marcó un hito en Naciones Unidas (2,26 MB), que no estaba preparada, y lo digo porque en sus procedimientos internos, en su forma de considerar la inclusión de la discapacidad, en sus procesos de trabajo no estaba contemplado que hubiera directamente otro órgano de tratado que incorporara a una persona con discapacidad. Ese fue el hito del momento, de 2019.
Naciones Unidas ya tenía, además de la CRPD, otros dos mecanismos específicos de discapacidad: uno que era el de relator/a especial de los derechos de las personas con discapacidad y otro el enviado/a especial para la accesibilidad de las personas con discapacidad. Pero ya está , no había apenas nada más. Había una unidad que llevaba los temas de discapacidad, pero básicamente era esto.
Por eso, llegar allí significó de entrada hacer ciertos ajustes en los métodos de trabajo del Comité. Para empezar se me tenía que autorizar un asistente personal para que me apoyara en el trabajo del Comité, se tenía además que autorizar que este asistente o asistenta estuviera en reuniones privadas en las que el Comité toma decisiones reservadas en relación a cuestiones sobre el protocolo facultativo de la CEDAW, en relación con comunicaciones individuales, es decir, denuncias, y con investigaciones a países y otras cuestiones.
Todo esto supuso un procedimiento interno de comprensión, pero además también de acceso a la información y de ajuste del proceso de toma de decisiones. Porque, por ejemplo, una de las formas de proceder de este Comité era que sobre la pantalla de la sala de reuniones se presentaba la decisión que se estaba tomando, se enmendaba sobre la pantalla pero no se leía y en 10 segundos se daba con el mazo y se pasaba a la siguiente.
Entonces, estos procedimientos también se tenían que cambiar y en algunos casos exigía algo más de tiempo. Fue complicado al principio pero yo creo que hubo siempre la mejor voluntad. Pero una cosa tan sencilla, como leer en alto lo que se está proyectando, la decisión que se está tomando, que además la lectura en alto permitía que se interpretara a todas las lenguas e idiomas presentes en el Comité, y por tanto no sólo era un ajuste exclusivo para mí, costó mucho trabajo porque no estaba identificado ni siquiera quien lo tenía que leer….
Entonces todo eso se fue modificando y cambiando con la mejor voluntad y con mucho trabajo por mi parte y de la persona que me asiste, que en este caso es Sara Arévalo, porque evidentemente son sesiones con mucho estrés y mucha información que va surgiendo en el momento y que no puedes tener ni en braille, ni en Word, porque va surgiendo del propio trabajo y del propio diálogo interactivo entre los expertos y expertas. O sea, que nos fuimos acostumbrando y entrenando poco a poco a trabajar esta manera.
Con el apoyo de la ONCE, del Gobierno de España y de todo el movimiento de la discapacidad de nuestro país y de Europa, ¿cúales son sus objetivos dentro del trabajo que el Comité tiene por delante hasta 2026 en los que seguirá trabajando en el comité CEDAW?
Yo comparto plenamente las prioridades que tiene el Comité en mi mandato (1,12 MB). Por supuesto esas prioridades son las mías y tienen que ver con el momento actual que vivimos en donde desgraciadamente se observa un retroceso en el reconocimiento de los derechos de las mujeres y la igualdad de género en todo el mundo. Retroceso en los esfuerzos para reconocer, prevenir y eliminar la violencia de género contra las mujeres. Decisiones como la que tomó hace un par de años Turquía con respecto, por ejemplo, a salirse del convenio de Estambul es un indicador muy relevante que nos obliga a prestar particular atención a lo que está pasando respecto al reconocimiento de la violencia hacia las mujeres en muchas partes del mundo, consecuencia de narrativas que son contrarias al respeto a la igualdad de las mujeres frente a los hombres.
La situación de las mujeres en los conflictos armados, no sólo en Ucrania o en Afganistán, es un tema muy relevante para el Comité CEDAW y para mi. Hemos tenido la ocasión de poder trabajar y hacer una visita sobre el terreno, para conocer la situación y saber cómo ayudar a las mujeres afganas, en Kabul. Es un horror, pero hay que estar ahí, porque es un estado que ha ratificado la convención y hay que exigir su cumplimiento y ofrecer esa asistencia técnica, ese acompañamiento y colaboración directa con las mujeres y niñas de ese país.
Y respecto a las mujeres y niñas con discapacidad ¿cuáles son sus prioridades y objetivos del Comité?
Con respecto a las mujeres y niñas con discapacidad, mi prioridad es reforzar la jurisprudencia del Comité (3,39 MB) a apropósito de la igualdad de facto en todos los derechos de la Convención CEDAW sin ninguna excepción.
Trabajar para que los estados tomen directamente las medidas que correspondan para asegurar que estas mujeres y niñas estén igualmente protegidas de prácticas nocivas como esterilizaciones, matrimonios de conveniencia, como los que hemos observado en Ucrania. Y es que el Comité ha tenido conocimiento de que no pocas mujeres con discapacidad han contraído matrimonios con hombres que buscaban salir del país con el pretexto de atender a su mujer con discapacidad y escapar de la guerra.
Otra prioridad es que las mujeres con discapacidad sean protegidas de la violencia de género, del abuso sexual, del incesto, de la trata y la prostitución... Para mi todas estas son cuestiones muy relevantes... Que las mujeres con discapacidad sean también protagonistas de sus propias vidas, con los apoyos que precisen, que puedan acceder a la justicia, que puedan ser formadas en igualdad de condiciones como el resto de las mujeres en cuestiones como los derechos sexuales y reproductivos, la planificación familiar, etc. Son temas básicos que desafortunadamente no se cumplen en casi ninguna parte.
Respecto a eso de reforzar la jurisprudencia me refiero a la capacidad legal de estas mujeres, que no se dude de la misma para justificar que otras personas tomen decisiones en su nombre. En esto no puede haber ninguna fisura en la jurisprudencia de este Comité a este respecto.
Me gustaría ver como crece y se organiza un movimiento de mujeres con discapacidad. (1,49 MB) Para mí es muy importante, porque creo que las mujeres con discapacidad tienen un papel que ha de ser aún impulsado por sus propias organizaciones representativas de su discapacidad, está clarísimo. Pero también creo que las mujeres con discapacidad deben incorporarse a los movimientos y organizaciones de mujeres y que ellas mismas tengan el derecho de formar sus propias organizaciones específicas.
Esto no se cumple, existen poquísimas organizaciones de mujeres con discapacidad en el mundo, no existe ninguna en Europa, por ejemplo, en donde existen 60 millones de mujeres con discapacidad. Tampoco ninguna organización internacional que represente a los 700 millones de mujeres y niñas con discapacidad del mundo. Creo que esto es una asignatura pendiente.
Por otro lado, el Comité CEDAW aprobó en 1991 una recomendación general sobre mujeres discapacitadas, que así se llamaba. Esa recomendación es anterior a la CDPD y por tanto necesita ser actualizada.
¿Cómo valora la incidencia del trabajo de estos órganos de tratados de la ONU, como es el Comité CEDAW, en los gobiernos y países? ¿Cómo influye en sus políticas de igualdad, en este caso dirigidas a todas las mujeres del mundo, incluidas las que tienen alguna discapacidad?
Los estados parte de un Tratado de Derechos Humanos están obligados a ser examinados por el mecanismo de seguimiento de la ONU de forma periódica. Por ejemplo, el 16 de mayo España va a ser examinada. Tras el diálogo constructivo que se mantiene con los estados y después de haber escuchado a otras partes como son las instituciones nacionales de derechos humanos, la sociedad civil, la agencias especializadas de Naciones Unidas sobre el terreno y otros organismos internacionales, el Comité elabora unas observaciones finales en las que además de poner en valor los avances que se han dado en el cumplimiento del tratado en concreto, se le dice al estado cuales son las recomendaciones y cuestiones pendientes.
Ese documento ha de ser una hoja de ruta para el gobierno del país en cuestión, que voluntariamente ha ratificado el tratado y que por tanto debe ser parte de su ordenamiento jurídico y de obligado cumplimiento para el estado.
No sé decirte en qué porcentaje de lo que los comités recomiendan a los estados que hagan se cumple (1,61 MB), pero creo que en gran medida tratan de seguir y ser orientados en su política por esta hoja de ruta que son las observaciones finales.
De hecho en muchos casos los estados pueden solicitar asistencia técnica a los comités u órganos de tratados. Por ejemplo, el comité CEDAW ha recibido una solicitud de Guatemala para ofrecer una asistencia sobre interseccionalidad y grupos desfavorecidos de mujeres para saber cómo incorporar a su política pública y legislación estas cuestiones, y en este caso seré yo la persona que ofrezca esta asistencia técnica a este estado.
Otro, Ucrania, que tiene una situación difícil y que ha sido examinada por el Comité CEDAW en octubre del año pasado, ha solicitado asistencia técnica para implementar en este momento difícil para el país lo que el Comité le ha dicho para el complimiento de la convención CEDAW, por lo que en próximas fechas una delegación del comité se trasladará a Ucrania para ofrecer esta asistencia.
Para terminar, ¿en qué medida cree que su trabajo en el Comité CEDAW puede cambiar la realidad de las mujeres y las niñas con discapacidad? ¿Es razonablemente optimista ante el futuro, teniendo en cuenta los avances que a lo largo de estos últimos años han experimentado las personas con discapacidad a raíz de la Convención de la ONU que defiende sus derechos?
Sí que soy optimista (2,28 MB). Además es que lo tengo que ser, y lo soy porque voy viendo que se van dando pasos importantes. Ahora que España está a punto de asumir la presidencia del Consejo de la Unión Europea y me llena de alegría ver los avances de la UE respecto a la ratificación, por ejemplo, del Tratado de Estambul o respecto la directiva específica de violencia contra las mujeres, un tema que hasta la fecha la UE no tenía absolutamente nada de esto.
Estos ejemplo hacen que estemos esperanzadas porque las cosas vayan saliendo adelante y que los derechos de las mujeres se vayan fortaleciendo en todo el mundo en virtud de estos tratados internacionales y de los compromisos internacionales asumidos con respecto a los derechos humanos. Además este año en el que conmemoramos el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Ahora más que nunca tenemos que estar esperanzados y esperanzadas en que el mundo puede ser mejor y que los derechos de todas las personas se tienen que fortalecer en todo el mundo.
Mercedes Leal