El "turismo para todos" es compatible con la protección del patrimonio
Fundación ONCE defiende en Bruselas su alternativa sostenible de accesibilidad
Fundación ONCE ha planteado en Bruselas la necesidad de compatibilizar un sector turístico que sea accesible para todas las personas con la protección del patrimonio histórico y cultural, cuestiones que no tienen por qué entrar en conflicto. Así lo defendió su director de Relaciones Sociales e Internacionales y Planes Estratégicos, Miguel Ángel Cabra de Luna, en la sesión inaugural -el pasado 5 de diciembre- de la jornada 'Turismo Accesible: Enfoques innovadores entre la accesibilidad y la protección del patrimonio', organizada por el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y el Centro Europeo de Fundaciones (EFC). El objetivo era abordar estrategias que compatibilicen la demanda de turismo accesible con los retos de la protección del patrimonio histórico desde cuatro ámbitos: servicios, sociedades, patrimonio cultural y soluciones tecnológicas.
El debate tomó como referencia el ejemplo la Liga de Ciudades Históricas Accesibles, un proyecto realizado en el marco del Consorcio Europeo de Fundaciones sobre Derechos Humanos y Discapacidad que lidera Fundación ONCE en el Centro Europeo de Fundaciones. Cabra de Luna señaló que el turismo es una importante fuente de crecimiento para la economía de Europa, por lo que las inversiones en el sector para mejorar la accesibilidad beneficiarán a todos en un futuro próximo y se traducirán en una mejora de la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad. Destacó además la importancia de alianzas para buscar vías creativas alternativas que aborden cuestiones como “la innovación social y el espíritu empresarial que se pueden ver como una oportunidad clave para las personas con discapacidad”.
Seis ejemplos
Buen ejemplo es el mencionado proyecto de la Liga de Ciudades Históricas Accesibles, que arrancó en 2010 y ha sido implementado en seis localidade europeas (Ávila, Lucca, Mulhouse, Sozopol, Turín y Viborg), buscando fórmulas innovadoras que concilien la accesibilidad y la protección del patrimonio, uno de los desafíos más grandes de Europa. Participan 11 fundaciones europeas, las autoridades locales de las seis ciudades, grupos de discapacidad, arquitectos, urbanistas, investigadores y otros expertos, unidos con el propósito común de abordar este gran reto.
Este año, con motivo del Día Europeo de las Personas con Discapacidad, la Comisión Europea anunció que la ciudad sueca de Boras ha sido ganadora del Premio Ciudad Accesible 2015, entre las 62 candidaturas presentadas. Las ciudades españolas de Arona (Tenerife, Islas Canarias) y Logroño (La Rioja), obtuvieron una mención especial.
El Premio Ciudad Accesible se creó en 2010 para sensibilizar sobre la situación de las personas con discapacidad y fomentar iniciativas en materia de accesibilidad en ciudades europeas con más de 50.000 habitantes. El premio distingue a las ciudades que garantizan el mismo acceso a la vida pública para las personas con discapacidad y recordamos que, en su edición inaugural, galardonó a la ciudad española de Ávila. Un galardón que pretende incentivar e inspirar a otras ciudades en innovación y buenas prácticas.
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