La ONCE fomenta, un verano más, el valor de la inclusión
Veinticinco niños y adolescentes ciegos o deficientes visuales, junto con sus acompañantes videntes de Galicia y Asturias, han sido los protagonistas del último de los más de 12 campamentos organizados este año por la ONCE por toda España durante el verano. Este amplio abanico de colonias de integración ha acogido a aproximadamente 400 niños y jóvenes, con y sin discapacidad, con la idea de convivir y aprender unos de otros en entornos naturales de playa y montaña durante el periodo estival. Este último campamento se ha desarrollado en la localidad coruñesa de Rianxo, y sus participantes han tenido la oportunidad de realizar multitud de actividades lúdicas, acuáticas, deportes de aventura, talleres, visitas culturales, etc.
Campamentos y colonias de verano se convierten en una verdadera escuela para la integración
Y es que, desde la última semana del pasado mes de junio y hasta el 30 de agosto, nuestra Organización ha llevado a cabo con éxito -gracias sobre todo a la intervención de sus monitores especializados- más de una docena de campamentos, en los que los criterios de igualdad y de accesibilidad universal han funcionado como condición de convivencia.
Se trata de una oferta dirigida a todos los estudiantes ciegos y con discapacidad visual grave, de 6 a 17 años, que a la vez ha estado abierta a la participación de niños con otras discapacidades asociadas a la ceguera y también a otros niños sin ningún tipo de discapacidad.
“Me está encantando, la verdad, nos ayudamos entre todos y es muy divertido... Estamos siempre deseando que llegue el verano para disfrutar de estos días” (archivo MP3), nos comentaban monitores y niños participantes en el campamento celebrado en la sierra madrileña el pasado mes de julio . Y es que, para todos, esta experiencia se traduce en una vivencia emocional intensa, donde el ritmo de vida es totalmente distinto, lo que favorece un ocio creativo y gratificante. Además, para aquellos que tienen ceguera o discapacidad visual grave es un recurso que les permite mejorar su orientación, movilidad y desplazamiento en espacios abiertos y entornos diferentes a los habituales. “Es la mejor manera de trabajar el valor de la inclusión”, comenta la animadora sociocultural de la ONCE en Madrid y coordinadora de este mismo campamento, Eva Alonso (archivo MP3), que se celebró del 7 al 11 de julio en el Centro de Ocio Rural NaturESCORIAL, en Valdemorillo (Madrid), y en el que participaron unos 70 niños y niñas de la Comunidad de Madrid, divididos en dos turnos según su edad.
Estos encuentros favorecen, primero que nada, la convivencia entre iguales, fomentan las relaciones interpersonales y el conocimiento mutuo y facilitan la creación de nuevos sistemas de comunicación. A todos los niños, con y sin discapacidad, la separación temporal de sus familias les lleva además a crecer en autoestima, autonomía y responsabilidad, sin olvidar el desarrollo de hábitos saludables en el tratamiento educativo de lo cotidiano.
Así, las propuestas para los más pequeños se han centrado en juegos, actividades deportivas y otras relacionadas con la naturaleza, mientras que las dirigidas a jóvenes se han centrado más en el aprendizaje de idiomas, deportes de aventura, turismo, convivencia, etc. Seguro que, para la gran mayoría de ellos, la experiencia ha resultado inolvidable, lo que, con seguridad, les animará a repetir el próximo año.