Patrocinadores, familiares y amigos del deporte celebran en la Casa Paralímpica de España , en el CDC ONCE, nuestros logros en Tokio
“El inicio de los Juegos Paralímpicos representa la ilusión de todo un país... Sois un ejemplo y yo no puedo estar más orgullosa”. Con estas palabras
(0,68 MB), la infanta Elena, como presidenta de honor del Comité Paralímpico Español (CPE), y el presidente de esta entidad, Miguel Carballeda, inauguraron el 24 de agosto la Casa Paralímpica de España, un centro de seguimiento de todo lo que está ocurriendo en los Juegos de Tokio –hasta el cierre de este número España se sitúa en el 11º puesto del medallero con 20 medallas
- y un punto de encuentro de la Familia Paralímpica, que une a patrocinadores, federaciones, instituciones, familiares de los deportistas, etc. La Casa Paralímpica de España está ubicada hasta el 5 de septiembre en el Palacio de los Duques de Pastrana -Paseo de La Habana, 208 de Madrid- dentro del Complejo Deportivo y Cultural de la ONCE.
“España tiene que seguir avanzando para ser mejor, independientemente de las medallas... Tenemos que ser medalla de oro como personas, saber ir por la vida orgullosos de nuestro país”, manifestó Carballeda (0,48 MB) en la inauguración de la Casa Paralímpica, ante el embajador de Japón en España, Kenji Hiramatsu, representantes de empresas patrocinadoras del equipo paralímpico, miembros del CPE, medios de comunicación y responsables de la administración madrileña y del gobierno de nuestro país, a quienes agradeció su compromiso activo con el movimiento paralímpico
(1,43 MB).
El inicio de la actividad en la Casa Paralímpica de España, en la que se están desarrollando actividades desde primera hora de la mañana para cubrir cada jornada deportiva bajo el concepto japonés de Ikigai: "tener una razón para vivir", lo marcó la ceremonia de inauguración de los Juegos, cuya retransmisión por La 1 de TVE se pudo seguir a través de pantallas gigantes. Previamente se produjo un encendido simbólico del pebetero en la Casa de España, con la participación de Antonio Rebollo, el arquero que iluminó la llama en los Juegos de Barcelona 92.
Comenzaron así casi dos semanas llenas de actividades para esta Casa Paralímpica, en cuyo patio principal, símil de la famosa plaza tokiota Shibuya, donde se ubican pantallas gigantes en las que se proyectan las competiciones de los Juegos, se realizan conexiones en directo con los deportistas y se celebran experiencias virtuales con los campeones.
Un teatro japonés, práctica deportiva de disciplinas paralímpicas, caligrafía y otras artes japonesas o degustación de productos tradicionales del país nipón son algunas de las actividades que se ofrecen a los asistentes en Casa Paralímpica de España, donde también se ubica la exposición itinerante #InconformistasDelDeporte que el Comité Paralímpico Español ha puesto en marcha de la mano de CaixaBank, sobre la historia del movimiento paralímpico.
Inspiradora ceremonia de inauguración
Tras el acto inaugural en Madrid, Tokio daba la bienvenida a las 162 delegaciones nacionales (161 países y el equipo de refugiados) que compiten en los Juegos Paralímpicos hasta el próximo 5 de septiembre con una inspiradora ceremonia de inauguración en un Estadio Olímpico, que mostró las ‘alas’ para volar de los deportistas como espejo para mostrar al mundo que sus discapacidades no impiden alcanzar sus metas.
La ceremonia se prolongó durante casi tres horas y fue presidida por el emperador de Japón, Naruhito, quien estuvo acompañado en el palco del presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés), Andrew Parsons.
El acto de apertura de los Juegos Paralímpicos se basó en el concepto ‘tenemos alas’ y recreó como hilo argumental la historia de un pequeño avión con una única ala -representado por una niña de 13 años- que renunciaba a volar en un ‘para-aeropuerto’ mientras otros se elevan libremente al cielo. Ese avión no se atrevía inicialmente a unirse a los otros, pero finalmente adquirió la capacidad de volar, lo que escenifica que los deportistas paralímpicos demostrarán en los próximos días que todas las personas tienen ‘alas’ para luchar por sus sueños.
Tras la presentación de Naruhito y Parsons, cuatro niños tokiotas y deportistas con discapacidad portaron la bandera japonesa, que fue izada por miembros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón mientras sonaba el himno nacional, interpretado por Hirari Sato, cantautora que nació con discapacidad audiovisual.
Acto seguido, el ‘para-aeropuerto’ cobró vida con 100 trabajadores (23 de ellos con discapacidad) que creaban vientos para hacer volar los aviones, mientras un niño con prótesis en una pierna corría y su movimiento provocó ráfagas que hicieron llegar al escenario enormes globos rojos, verdes y azules que representaban el símbolo paralímpico, conocido como ‘agitos’.
Posteriormente, una pista de aterrizaje sobre el escenario dio la bienvenida a los países participantes en un desfile iniciado por el Equipo Paralímpico de Refugiados y que siguió el orden del alfabeto japonés, salvo las tres últimas posiciones: Estados Unidos y Francia, anfitriones de los Juegos Paralímpicos de 2028 y 2024, respectivamente, y Japón. Ese segmento de la ceremonia fue amenizado por un DJ en silla de ruedas.
Por primera vez en la historia paralímpica, una pantalla mostraba los nombres de todos los deportistas de cada delegación nacional a medida que iban desfilando, incluidos los que no pudieron asistir a la ceremonia porque compiten este miércoles, por ejemplo.
Afganistán no cuenta con deportistas en los Juegos, pero su bandera fue portada por un voluntario de Tokio 2020 -y no por un representante de Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados), como inicialmente propuso el IPC- en solidaridad con el pueblo afgano después de que el país haya sido tomado por los talibanes.
El equipo español desfiló festivamente en el 72º puesto y abanderado por la nadadora Michelle Alonso y el ciclista Ricardo Ten, que comandaron un grupo de cerca de 140 personas, entre deportistas, técnicos, médicos, fisioterapeutas y personal administrativo. Recordamos que la delegación española está formada por 142 deportistas -127 de ellos con discapacidad y 15 de apoyo-, y 87 miembros más, entre entrenadores, médicos, fisioterapeutas, mecánicos y personal de organización.
Las delegaciones nacionales, a diferencia de lo que es tradicional y debido a la pandemia, no dieron la vuelta completa al estadio, sino que fueron entrando por dos puertas diferentes y rodearon un lateral hasta instalarse en el centro estratégicamente situados por personal voluntario de Tokio 2020.
Un evento transformador
Una vez concluido el desfile, comenzó a llover en el Estadio Olímpico de Tokio. La historia del pequeño avión de un ala se desarrolló después y su papel fue interpretado por Yui Wago, de 13 años y en silla de ruedas, que fue seleccionada para la ceremonia sin tener experiencia interpretativa previa.
Acto seguido, Naruhito declaró inaugurados oficialmente los Juegos Paralímpicos y llegó el turno de los discursos. La presidenta del Comité Organizador de Tokio 2020, Seiko Hashimoto señaló apuntó que la capital japonesa hace historia como primera ciudad en albergar por segunda vez unos Juegos Paralímpicos de verano y apuntó que la edición de 1964 alentó a las personas con discapacidades a independizarse y a participar en la sociedad, e iniciaron el desarrollo de los deportes paralímpicos en Japón. "Esperamos que los Juegos de Tokio 2020 sean una oportunidad para construir una sociedad en la que todos sean libres de vivir como quienes son en apoyo mutuo y comprensión, libres de discriminación o barreras de cualquier tipo. Los deportistas y el deporte tienen el poder de cambiar el mundo y nuestro futuro, y ésa es precisamente nuestra misión. Medio siglo después de los Juegos de 1964, ha llegado el momento del cambio social", apuntó.
Por su parte, Andrew Parsons destacó que "el evento deportivo más transformador de la Tierra está a punto de comenzar" gracias al Gobierno japonés, el Gobierno Metropolitano de Tokio, el Comité Organizador de Tokio 2020 y el IPC. "Queremos cambiar el mundo entero", añadió Parsons, en alusión a la campaña 'WeThe15' lanzada recientemente por el IPC con el apoyo de 20 organizaciones internacionales para reivindicar los derechos humanos de unos 1.200 millones de personas con discapacidad en el mundo, que representan a un 15% de la población.
"Los Juegos Paralímpicos son, sin duda, una plataforma para el cambio. Pero sólo cada cuatro años no es suficiente. Nos corresponde a todos y cada uno de nosotros desempeñar nuestro papel, todos los días, para hacer una sociedad más inclusiva en nuestros países, en nuestras ciudades, en nuestras comunidades", comentó, antes de apuntar que "el mundo post-pandemia debe contar con sociedades donde existan oportunidades para todos".
"¡Paralímpicos! Lo disteis todo por estar aquí. Sangre, sudor y lágrimas. Ahora es vuestro momento de mostrar al mundo vuestra habilidad, vuestra fuerza, vuestra determinación. Si el mundo alguna vez os ha etiquetado, ahora es vuestro momento de ser reetiquetado: campeón, héroe, amigo, colega, modelo a seguir o simplemente humano. Ustedes son los mejores de la humanidad y los únicos que pueden decidir quién y qué son", sentenció Parsons.
La `Llama´ de la Ilusión
La ceremonia homenajeó a los trabajadores esenciales que han luchado contra la pandemia de la Covid-19, algunos de los cuales llevó la bandera paralímpica por el estadio, antes de ser izada al son del himno paralímpico. Después, hubo juramentos realizados por un deportista, un juez y un entrenador.
La historia del avión de un ala se retomó cuando éste se dirigió en soledad hacia la pista del ‘para-aeropuerto’, se arma de valor con los ánimos de otras aeronaves y corrió a toda velocidad hasta despegar hacia el cielo nocturno mientras su ala brillaba intensamente.
La ceremonia concluyó con uno de los momentos más deseados: el encendido del pebetero paralímpico. La llama entró en un lateral del Estadio Olímpico en antorchas portadas por Kuniko Obinata, dueña de 10 medallas paralímpicas en esquí alpino; Masahiko Takeuchi, campeón de tenis de mesa en los Juegos Paralímpicos de Tokio’64, y Mayumi Narita, nadadora con 20 medallas paralímpicas en su palmarés.Ese pebetero es el primero de la historia paralímpica alimentado con hidrógeno -como ejemplo de sostenibilidad de unos Juegos que usarán energías renovables- y se inspira en el Sol. Con forma de esfera, se abrió como una flor para encarnar la vitalidad y la esperanza. Pesa 2.700 kilos y su llama alcanza entre 1,2 y 3 metros de altura.
La `Llama´ de la Ilusión se acababa de encender.