Modalidad de lectura al tacto que utilizan las personas que, por su discapacidad visual, tienen el braille como vía de acceso a los textos impresos. Este proceso lector es analítico-asociativo, teniendo al grafema y no a la palabra como unidad mínima fundamental; en él intervienen el tacto y el movimiento, que será distinto en función de la pericia lectora (barrido progresivo con movimientos continuos, movimientos de cambio de línea y repaso). Con anterioridad al proceso de instrucción, el alumno tiene que haber adquirido los requisitos previos específicos para la lectura (disociación de manos y dedos; postura adecuada de las manos; localización, identificación, discriminación háptica, etc.), además de los generales. En cuanto a la metodología didáctica de la lectura en braille, conviene tener en cuenta la importancia de adoptar una postura corporal adecuada, utilizar ambas manos, aprendizaje de técnica adecuada de cambio de renglón, y debido a la simetría de algunos signos braille, utilizar metodología apropiada de enseñanza para evitar su confusión.