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Arrimar el hombro contra la brecha digital

Encadenándose con la reciente renovación del convenio que la ONCE mantiene con Microsoft para el avance en la accesibilidad de sus productos informáticos, se acaba de celebrar en Madrid Tifloinnova 2017, una de las dos ferias internacionales más importantes del mundo en tecnologías punteras para personas ciegas o con grave discapacidad visual. Un escaparate privilegiado en torno a ‘lo último’ en avances para nuestro colectivo, con especial incidencia de los ligados al ámbito digital, que protagonizan un salto cualitativo en posibilidades y perspectivas -incluidos los relativos a visión artificial- para el desarrollo de nuestra vida cotidiana.

El objetivo es claro: superar barreras y acercarnos un nuevo paso más a ese reto soñado de la igualdad en un mundo para todas las personas, con independencia de sus singulares capacidades y limitaciones. Conscientes de que la vida de quienes carecemos de visión se enfrenta a un condicionamiento relevante. Y tanto más en el actual espacio de relación social, en el que la imagen ha adquirido una singular relevancia tanto desde la perspectiva de la realidad física como de la ya omnipresente ‘realidad virtual’. En ese mundo figurativo que con tanta potencia ‘nos entra por los ojos’, la tecnología, de la mano de los avances científicos, juega un papel capital para hacer frente a un desarrollo que corre el riesgo de dejar en el andén a millones de personas con discapacidad visual, profundizando esa lacra que se ha dado en llamar ‘brecha digital’.

Por eso, organizaciones como la ONCE se ven obligadas a -en la medida de sus posibilidades- actuar como punta de lanza en el apoyo a las investigaciones más prometedoras; y, sobre todo, a servir de altavoz a las que, a escala internacional, se vienen contrastando como más efectivas y útiles para las personas ciegas. Esta cita trienal, que ha alcanzado ya su quinta edición, constituye en nuestro entorno la prueba más palpable de que se van conquistando nuevos jalones en esa lucha por la accesibilidad. Pero también nos permite constatar la velocidad de vértigo con que avanza el desarrollo tecnológico y, por tanto, la necesidad de redoblar esfuerzos para que no abandone en la cuneta a millones de personas mayores, ciegas o con otros tipos de discapacidad... La mentalización y el compromiso de fabricantes y diseñadores tecnológicos es, en este camino, condición sine qua non para alcanzar el éxito. Es hora de arrimar todos el hombro para evitar que esa temida brecha se ensanche y acabe engullendo a millones y millones de personas en todo el mundo.