El Museo Tiflológico de la ONCE organiza talleres para motivarles en el conocimiento del sistema de lectoescritura que utilizan las personas ciegas

Un grupo de 18 futuras profesoras y otras profesionales ligadas a la formación de alumnado con discapacidad desarrolló, el pasado 25 de enero, un cursillo intensivo sobre el sistema braille de lectoescritura para las personas ciegas y con grave discapacidad visual en el Museo Tiflológico de la ONCE (0,01 MB) de Madrid. Este primer acercamiento al braille se complementó con una batería de nociones básicas sobre discapacidad visual e historia de los mecanismos formativos y necesidades específicas de las personas ciegas. Todo ello en el objetivo de motivar, a este grupo que coordina la docente Laura Redondo, para profundizar luego en estos extremos y capacitarse de cara a la adecuada atención de alumnos con estas características en su actividad profesional. Una formación que, por su carácter práctico, le parecía especialmente interesante (0,21 MB) a Redondo.

Nos explicó también la coordinadora del grupo el origen multidisciplinar (0,19 MB) de procedencia de sus alumnas (pues en este caso eran todas mujeres) e insistía en el interés que para ellas supone conocer de primera mano cómo, desde la infancia, los afiliados a la ONCE tienen acceso a la formación y la cultura a partir de tan los sólo los seis puntos que conjuga el sistema braille. Una de las cursillistas, Marta, explicaba a nuestra revista el interés de esta formación que arrancaba por lo básico, intentando algo tan simple como escribir en braille su propio nombre (0,33 MB). Una formación que puede ser de gran utilidad a personas como ellas que han optado por dirigir su proyección profesional hacia la atención de niños y niñas con discapacidad, como reconocía su compañera (0,40 MB) Nines.

Se trata de una de las actividades de extensión formativa, en este caso de difusión del braille, que lleva tradicionalmente a cabo el Tiflológico, que siempre ha evidenciado una especial sensibilidad al respecto hacia los profesionales del mundo educativo. Iniciativa a la que el centro madrileño pretende dar continuidad de futuro, con nuevos grupos de docentes interesados en esta dimensión de su currículum.

En cuanto a los contenidos históricos, el cursillo permite también acercarse a la figura del creador del sistema de lectoescritura para ciegos, el maestro y pedagogo francés Luis Braille (que perdió la visión a muy corta edad por un traumatismo), antes de abordar los antecedentes y el desarrollo del sistema que ideó, con la creación del consiguiente alfabeto, valiéndose de herramientas tan elementales, al tiempo que originales, como la pauta y el punzón.

Conocieron igualmente los participantes diverso material utilizado para la educación de los estudiantes ciegos, empezando por la máquina Perkins, que permite escribir en braille con mayor velocidad y autonomía, además de  otros como los mapas y láminas en relieve, los cuentos con figuras en diferentes texturas y otros muchos objetos adaptados para facilitar la tarea educativa.

En definitiva, una experiencia muy positiva de la que el grupo salió abiertamente satisfecho como expresaron al final del cursillo -desde sus respectivas expectativas y necesidades- otras participantes, como Piedad (0,81 MB), Pilar  (0,55 MB) o Tamara (0,54 MB).