El Grupo Social ONCE denuncia que muchas víctimas de violencia machista son mujeres con discapacidad y "casi nadie lo sabe"
‘No te calles, vive’, ha sido el lema elegido por la ONCE para unirse al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y presentar un Protocolo de Apoyo a Mujeres Víctimas de Violencia de Género
En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Grupo Social ONCE
ha señalado que gran parte de la población ignora que un elevado número de mujeres con discapacidad sufren violencia de género y que este desconocimiento se perpetúa en el tiempo, pese a la evidencia de los datos. Por este motivo, como viene haciendo desde hace años, en torno a esta fecha, desde las diferentes áreas del Grupo se organizan actos y actividades por todos los territorios dirigidas a dar visibilidad a esta realidad que se ha convertido ya en una lacra social.
Así, por ejemplo, en el seno de la ONCE, en la sede de la Dirección General, se ha celebrado en Madrid, el mismo día 25, el acto institucional central con el que cada año la Organización se adhiere a este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y cuyo lema elegido para esta ocasión ha sido ‘No te calles, vive’.
En él han participado Patricia Sanz, vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos y Cultura Institucional, e Inclusión Digital del Consejo General de la ONCE; María José Bueno, responsable de Violencia de Género en la Federación de Mujeres Progresistas; Carmen Quintanilla, presidenta de Afammer (Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural); y Esther García, mujer con discapacidad víctima de violencia de género atendida desde el proyecto 'Mujeres en modo ON-VG', de Fundación ONCE. Todas intervinieron en un coloquio para reivindicar la necesidad de erradicar la violencia contra la mujer en todas las áreas de la sociedad.
De forma previa, se desarrolló una impactante teatralización de una situación de violencia a cargo de la compañía Yllana, al objeto de visibilizar esta lacra social. Una lacra especialmente invisible cuando se trata de violencia contra mujeres con discapacidad, como puso de manifiesto Patricia Sanz en una de sus intervenciones. “No hay datos cuando hablamos de violencia hacia mujeres con discapacidad, al menos no los hay actualizados. Una media del 10% de las mujeres que cada año son víctimas de violencia de género tienen discapacidad, pero eso lo sabemos después, porque este aspecto no se cuenta”, dijo la vicepresidenta del Grupo Social ONCE 
(1,50 MB).
“Nos gustaría que hubiera más datos, por el hecho de que sean más conocidos y por poner sobre la mesa que hay mujeres que, afortunadamente, a pesar de todos los tipos de violencia (física, de control, económica, psicológica...), en los que la condición de discapacidad lo pone todavía más difícil, sobreviven, y pueden convertirse en un referente para otras mujeres en su misma situación”, explicaba Sanz (1,04 MB).
Desde una perspectiva similar, Carmen Quintanilla habló sobre la situación de las mujeres víctimas de violencia de género en el medio rural, en donde, explicaba, “todavía existe el silencio, en algunos casos sepulcral, porque importa el qué dirán, la vergüenza, el dónde voy con mis hijos, que el centro asesor de la mujer está a cinco kilómetros y no puede desplazarse para pedir ayuda...”. Por eso, desde Afammer se trabaja duramente en la concienciación y en la denuncia (0,96 MB).
Quintanilla puso en valor el hecho de que hoy, en España, el 82% de la población esté en contra de la violencia. “A pesar de los negacionistas y de los radicales, afortunadamente tenemos una sociedad que cree que hay violencia contra las mujeres y que se tiene que luchar contra ella. Y nosotras tenemos que seguir luchando y concienciando a una sociedad que todavía mira hacia otro lado cuando se produce el grito, la violencia, de que
hay que romper ese silencio, y que estamos en el buen camino” (0,93 MB).
Precisamente, según manifestó Mª José Bueno, bajo ese objetivo de reivindicación nacía hace 37 años la Federación de Mujeres Progresistas, y desde hace 25 años lleva a cabo proyectos de intervención directa con mujeres violencia de género, “porque al final estas entidades somos las más cercanas a la población y a las mujeres y eran ellas mismas las que se acercaban, nos pusimos en marcha y empezamos a dar una atención integral y especializada”.
Desde su experiencia, asegura Bueno que “el éxito fundamental es poder acoger a cada mujer con credibilidad, apoyándola, dándola su espacio, sus cuidados y tratándola con respeto. Que después viene una recuperación de las secuelas, una desvinculación del agresor, ¡genial!, pero lo fundamental es que una mujer nos llegue a decir que se encuentra en un espacio seguro (0,91 MB) porque se sienten creídas, queridas, respetadas...”.
Y el ejemplo concreto lo puso sobre la mesa la cuarta participante, Esther García, mujer con discapacidad víctima de violencia de género, quien tras narrar su tremenda experiencia personal, aseguraba que “cuando consigues dar el salto, llega un momento en que te encuentras sola, intentas buscar soluciones y piensas cómo vas a seguir adelante”. En su caso, tras concederle la incapacidad permanente en su puesto de trabajo a consecuencia de su discapacidad, se puso en contacto con Fundación ONCE, a través del programa ‘Mujeres en modo ON-VG’ de Inserta, en donde ha podido formarse y ahora está a la espera de poder incorporarse a un nuevo puesto.
En este sentido, la vicepresidenta de la ONCE hizo hincapié, precisamente, en la importancia de programas como este de Inserta, que consigue dar empleo a alrededor de un centenar de mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género al año, y que ha posibilitado, por ejemplo, que ahora mismo haya 20 de estas mujeres dedicadas a la venta de productos de juego de la ONCE. A juicio de Sanz, “no solo se trata de buscar empleo a estas mujeres, sino de acompañarlas en el camino como empleador”.
Tras el pequeño coloquio, dirigido por la periodista Patty Bonet, las cuatro participantes dejaron claros sus mensajes:
Para Esther García, en relación al lema del acto ‘No te calles, vive’: “la sociedad te ve como una lacra, te minimiza, te cuesta dar el salto porque ves que no tienes apoyo”. Pero, “siempre hay una lucecilla al final del túnel. Mucha fuerza, tú vales mucho, adelante: no te calles, vive” (0,15 MB).
Carmen Quintanilla hacía un llamamiento a los hombres porque “ha llegado el momento de ese feminismo de la cooperación. Hagamos cómplices a los hombres en el avance de la igualdad y en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres. Os necesitamos” (0,48 MB).
Patricia Sanz apelaba a las mujeres con discapacidad para que “nos ayuden cuando quieran y en la medida que puedan a contarlo en primera persona, desde un mensaje de positividad” (0,80 MB).
Por último, Mª José Bueno aseguraba que “todas las mujeres tenemos derecho a vivir libres, sin violencia, a vivir relaciones de respeto y a ser valoradas. Por eso, la culpa, la vergüenza, hace que nos cueste salir a pedir ayuda, pero hay que buscar a una persona de confianza para poder contarlo y hablarlo” (0,91 MB).
Protocolo de Apoyo a Trabajadoras, cupón ‘Ni una menos’ y manifiesto
En este acto institucional se ha presentado también el Protocolo de Atención y Apoyo a Mujeres Trabajadoras de la ONCE en Situación de Violencia de Género, un documento que establece todas las pautas de prevención y actuación ante una situación de violencia. El protocolo fue presentado por Eva Vilaplana (1,53 MB), responsable de la Unidad de RSC, Igualdad de Género y Diversidad de la ONCE. Según declaró, “este Protocolo establece el firme compromiso de la ONCE contra la violencia de género, define lo que se considera violencia y cómo detectarla, acreditarla y denunciarla, así como los derechos laborales que asisten a las mujeres víctimas de esta violencia y el procedimiento interno de la ONCE ante estas situaciones”.
También, en este compromiso con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ONCE dedicó el cupón diario de ese lunes 25 de noviembre a este tema, con el lema ‘Ni una menos’. De tal manera que cinco millones de cupones han difundido, así, esta fecha y su significado para concienciar y sensibilizar sobre esta realidad por todos los rincones de España. En la presentación general del cupón, que tuvo lugar unos días antes, la vicepresidenta Patricia Sanz entregó a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, una lámina enmarcada con una reproducción a escala de este cupón.
Asimismo, el Grupo Social ONCE ha lanzado también este 25 de noviembre el manifiesto en el que destaca el compromiso de las tres áreas que lo conforman (ONCE, Fundación ONCE e Ilunion) para erradicar esta lacra social de la violencia contra las mujeres.
El documento recuerda que las mujeres con discapacidad están expuestas a un riesgo cuatro veces mayor de sufrir violencia sexual que sus compañeras sin discapacidad, que experimentan más violencia física y sexual y que sus secuelas psicológicas son más profundas, es decir, afectan en mayor medida a su salud mental.
Desde el Grupo Social ONCE se impulsan múltiples iniciativas orientadas a detectar y corregir comportamientos, a fomentar oportunidades laborales para víctimas de cualquier tipo de violencia y a priorizar aún más la atención cuando éstas tienen discapacidad, ya que lo tienen más difícil.
Cada año se incorporan al Grupo más de 100 mujeres víctimas de violencia de género, con y sin discapacidad. En lo que va de año, 20 mujeres en esta realidad se han convertido en vendedoras de la ONCE y otras 80 son nuevas trabajadoras de Ilunion, todas ellas procedentes del programa de inserción 'Mujeres en modo ON-VG', liderado por Fundación ONCE.
Asimismo, según explica el manifiesto, en el vigente IV Plan de Igualdad de la ONCE, destaca el compromiso de seguir avanzando en la protección de las víctimas de violencia de género, con mejoras específicas para estas trabajadoras: reducción de jornada o reordenación del tiempo de trabajo; derecho preferente en vacantes o cambio de puesto de trabajo; derecho a la suspensión del contrato con reserva; no justificación de faltas de asistencia o permisos por consulta médica y/o psicológica, comparecencias judiciales o administrativas, o acompañamiento de hijos/as en servicios de atención psicológica por esta realidad.
Chema Doménech / Yolanda S. Baglietto