La ONCE está decidida a proyectar y fortalecer la imagen corporativa de su principal fuerza de ventas, vendedores y vendedoras, apostando por llevar a la práctica un viejo proyecto que en la actualidad se presenta como conveniente y necesario, en una sociedad en la que estos aspectos “intangibles” adquieren cada vez más relevancia a la hora de trasladar al conjunto de la ciudadanía una serie de valores que connoten: singularidad, modernidad, solidaridad, eficacia y orgullo de pertenencia.

La ONCE ha sido siempre una Institución con un sello y prestigio histórico labrado día a día, a golpe de esfuerzo, sobreponiéndose y superando contextos económicos, sociales y culturales diversos, a lo largo de más de 75 años de trayectoria. Pero, si ha habido un elemento singular, sin parangón en otra parte del mundo que caracterizara a la ONCE, éste ha sido y es, sin lugar dudas, el conjunto de vendedores y vendedoras integrantes de su fuerza de ventas.

En tal sentido hace años que se viene hablando de la posibilidad de desarrollar un proyecto dirigido y focalizado sobre esta red, especialmente en una sociedad compleja donde existen elementos distorsionadores que “parasitan” y encuentran su caldo de cultivo “a la sombra” de nuestro colectivo de vendedores. Y ahora, por fin, ha llegado la hora de poner en marcha ese “viejo y anhelado” proyecto de Imagen Corporativa.

Ya hace un par de años se llevaron a la práctica una serie de talleres con vendedores, a los que se les solicitó su opinión cualificada sobre la pertinencia o no de realizar su trabajo equipados con algún tipo de prenda que llamara la atención de clientes potenciales, y que sirviera además para facilitar el normal desenvolvimiento de la actividad laboral. Tras un periodo de análisis y obtención de las correspondientes conclusiones, se decidió el pasado año dar el pistoletazo de salida a este proyecto, tomando como punto de partida el hecho de que debía ser un chaleco identificativo, el que se erigiera como pieza clave de la imagen de la red de ventas.

Al efecto, se convocó un concurso entre diferentes empresas punteras en el sector de la indumentaria corporativa de redes comerciales. Tras el oportuno fallo, se estimó adecuado llevar a la práctica en primer lugar una fase piloto, en la que se probarían diferentes tipos de chalecos que, por otra parte, debían ser utilizados en distintos ámbitos territoriales con condiciones climatológicas diversas y en una tipología de puntos de venta marcadamente diferenciada (de interior, de exterior), con climas más templados o más húmedos... La Delegación Territorial de Cantabria y la Agencia de Benidorm fueron elegidas como escenarios adecuados para realizar esta fase piloto, sumando un número total de más de 350 vendedores.

Fase final

Desde el pasado 23 de marzo y hasta el próximo 30 de junio está teniendo lugar la mencionada prueba, en la que se valoran distintos aspectos relacionados con la prenda en cuestión, desde los elementos individuales que la configuran (cremalleras, bolsillos, etc.) hasta su grado de confort y utilidad, pasando por el impacto de imagen y comercial que provocan en el público en general y clientes en particular.

A lo largo de estos tres meses de prueba, desde el área de Atención a la Red Comercial ONCE (ARCO) se llevarán a cabo dos encuestas para recoger la opinión de todos los participantes. Asimismo, estos vendedores podrán dirigirse en cualquier momento a ARCO y expresar sus opiniones, comentarios y sugerencias, sin necesidad de esperar a ser contactados por el mismo.

Las opiniones mencionadas, junto con los informes de los respectivos centros, servirán con toda seguridad como base para el análisis de la prueba y la adopción de las posteriores conclusiones, que probablemente irán orientadas a extender el chaleco como equipamiento básico de la imagen corporativa del vendedor al resto de ámbitos territoriales que configuran la ONCE.

Este es uno más de los proyectos que se desarrollan teniendo en cuenta la participación activa de todos los agentes implicados, con el fin de propiciar el mayor grado de consenso posible, para favorecer la aceptación del proyecto con carácter general y atendiendo sobre todo a criterios de utilidad. Mucho ha sido el tiempo de espera pero, por fin, este proyecto tan deseado ha visto la luz y esperamos que con resultados positivos, de forma que -a lo largo de 2016- el chaleco se extienda para ser utilizado por toda la red de ventas.